El proyecto de ley con cambios en el régimen del monotributo que el Gobierno nacional envió al Congreso plantea un esquema de actualización de los topes de las categorías, contempla el reingreso anticipado al monotributo de los contribuyentes que pasaron al régimen general. La iniciativa también busca crear un puente entre el régimen de monotributo y el de trabajadores autónomos, para que el salto entre un esquema y otro no sea tan abrupto.
El proyecto, que lleva las firmas del presidente Alberto Fernández, del ministro de Economía, Martín Guzmán, y del jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, fue enviado el 30 de diciembre al Congreso y recién ayer se concretó su ingreso por la Mesa de Entradas de Diputados. En el Gobierno proyectan que la iniciativa será debatida pronto, en el marco del período extraordinario de sesiones, ya que la recategorización al monotributo, se realiza antes del 20 de este mes.
En los fundamentos, se propone “establecer mecanismos para morigerar el impacto negativo” que tuvo la cuarentena en los monotributistas para beneficiar “a una significativa cantidad de pequeños y pequeñas contribuyentes que, de acuerdo con los parámetros vigentes, quedarían excluidos y excluidas con efecto retroactivo del Régimen Simplificado para Pequeños Contribuyentes en una situación extraordinaria”. Además contempla la actualización para las escalas y montos del monotributo correspondientes al período 2020.
“La actualización, de acuerdo a los lineamientos que plantea el proyecto es de 35,3%”, manifestó el tributarista César Litvin, CEO del estudio Lisicki, Litvin y Asociados. Dijo que era necesario definir el porcentaje, ya que quedó sin efecto el que se usaba hasta ahora, que era el índice de movilidad jubilatoria. “Cuando se creó el monotributo el tope de facturación era de de casi U$S 100.000, si tomamos al dólar oficial estaríamos en cerca de $ 9 millones lo que debería ser el tope de facturación y estamos en venta de bienes 3,5 millones o sea que está atrasado respecto del dólar”, explicó Litvin.
También el texto elaborado por la AFIP busca aliviar la situación de quienes facturaron por encima del límite y que por ello deberían pasar al régimen general. Respecto de esto, el especialista advirtió que “los excedidos son los que superaron el tope” y aclaró que se dividen en dos tipos: el que superó el límite y el que se quedó -o se fue voluntariamente- como responsable inscripto. Para el primer caso “en la medida en que sus ingresos no superen el 25% del tope a ese momento puede quedarse en el régimen. El que se cambió voluntariamente y está en la misma relación de facturación puede regresar” como monotributista. Litvin ejemplificó con datos por qué le conviene regresar a los que están en esta situación: “un monotributista de servicios en el tope de facturación va a pagar en el año $ 153.000 y si pasa a ser responsable inscripto el monto es de $ 789.000 por año. Eso explica que la gente se ‘acurruca’ en el monotributo y va enanizando sus ingresos”, dijo en diálogo con la agencia Télam.
El otro punto que plantea el proyecto es el puente entre un régimen y otro para que la diferencia no sea tan significativa. Para ello admite beneficios a través del IVA y de Ganancias. A través del IVA “se le permite un crédito fiscal presunto equivalente a un 17,5% del monto que le fue facturado por los proveedores y también permite un monto equivalente a una doceava parte del 50% de la alícuota en concepto de crédito fiscal pero que no puede exceder el 75% del débito fiscal”, explicó Litvin quien consideró la fórmula muy compleja. De acuerdo al texto enviado al Congreso, para los casos antes mencionados, la alícuota del IVA va a bajar 50% en el primer año, 30% en el segundo y 10% en el tercero.